Las Monjas de la Orden
El deseo de Santo Domingo fue que las monjas viviéramos nuestra vocación más orientada hacia la Contemplación, que es en realidad de donde brota toda la misión predicadora de nuestra Orden. Así, con nuestra vida de oración, de estudio de la
Sagrada Escritura, de trabajo silencioso y de fraternidad, las monjas dominicas buscamos a Dios para que la Palabra que sale de su boca, no vuelva a él vacía, sino que prospere en aquellos a quienes ha sido enviada, de modo que todos los hombres vuelvan su mirada otra vez a nuestro Padre del Cielo y a su Reino.
En la Actualidad los monasterios dominicos se han expandido por todo el mundo, y seguimos manteniendo en líneas generales, nuestro carisma, nuestra misión contemplativa y nuestra fidelidad a la alabanza litúrgica que tanto enriquece a la Iglesia.
